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Evacuación hacia el sur de los niños militares, fueron prisioneros y enviados a los campos de concentración

「Evacuación hacia el sur de los niños militares, fueron prisioneros y enviados a los campos de concentración」
Nombre : Yoshio Yamada
Edad : 86 años
Lugar de Nacimiento: Shuri Ciudad de Naha Provincia de Okinawa.

 
Durante la guerra, yo fui un niño militar. Por eso en la escuela lo único que nos inculcaron fue que [Japón nunca perderá, ganará de todas maneras] Nunca imaginamos que ibamos a perder.
Desde el 5to de primaria empezaron las practicas con la lanza de bambú. Nuestra rutina diaria era apuñalar los muñecos de paja colocados en el portón de la entrada del colegio antes de entrar a las aulas.  Esa era nuestra vida colegial.

Cuando pasé a la secundaria, anhelaba ir a la escuela de aviación civil. Soñaba, [Seré como ellos, seré piloto].  Y le dije a mi padre que estaba en Taiwan que queria ir a la escuela de aviación de Taiwan, pero el dijo [NO] por lo que me senti muy defraudado.

Pero pensándolo ahora, me salvé de milagro ya que dos de mi escuela habian postulado a esa escuela.  El primer exámen lo dieron en Okinawa y para dar el segundo exámen tuvieron que tomar el barco llamado Tsushima Maru el cual fue atacado perdiendo sus vidas.

En esa época estudiamos el primer semestre en los locales de la escuela, pero en el segundo semestre aumentaron las labores de servicio como cavar cuevas.
Después de las vacaciones de verano, las tropas de Take estaban de guarnición en el actual colegio de secundaria de Shuri así que no había lugar donde estudiar.
Todos los dias hacíamos las labores en diferentes lugares. En el campamento de artilleria antiaerea de Uema, en el Puerto de Naha clasificando la mercaderia, en la subida del rio Hantagawa en Shikina donde cavamos cuevas de la tropa de Take, en lo que era el aeropuerto de Oroku en esa época donde hicimos labores de servicio, etc. era trabajo diario.

(Desembarco de las tropas americanas)
Fue en Yomitan. Donde las tropas americanas desembarcaron trayendo cantidades de acorasados y buques de guerra tanto así que el mar se veía negro como cuando una plaga de hormigas se apiña sobre un caramelo.
Que peligroso, pensé, pero estaba tan lejos que no sentía tanta tensión.

(Evacuación hacia el sur)
El hermano de mi padre de crianza era empleado de la municipalidad de Shuri, asi que nos unimos con los empleados de la municipalidad y fuimos cerca de 30 los que evacuamos a un lugar llamado Sakitarigama en Ahagon. Era una cueva natural en la cual fluía el agua y se formaba como un río, asi que no tuvimos problema con el agua. Pudimos lavar la ropa, y teniamos agua para tomar. Sin embargo la humedad era terrible, tanto asi que nos hacia sentir mal, pero no nos quedaba otra que seguir viviendo allí.

En breve también resultó peligroso seguir viviendo es ese lugar y decidimos separarnos ya que era riesgoso moverse en grupo. Asi que nos mudamos a una aldea llamada Arakaki. Siempre nos trasladábamos de noche, pero esa vez en la mudanza hacia Arakaki fue de dia, asi que vimos dos a tres cadáveres aplastados por el techo, o debido a los bombardeos. Fue un paisaje tan horroroso que me senti muy mal y no pude ni comer.

Al momento de movilizarnos luego de separarnos con el grupo con el cual estabamos refugiados, nos agarró un bombardeo concentrado en el cual murieron la mayoría del grupo.
La señora que estaba junto con nosotros hasta hace un momento estaba apoyada en un muro sonriendo. Le dije [señora, es peligroso, escapemos juntos]. Pero no me contestó y al acercarme a ella, me di cuenta que estaba muerta. Fue muy cruel.

Fuimos atrapados por las tropas americanas el 22 de Junio. Nos esperaban fuera al momeno de salir de la cueva. Eran las 7 u 8 de la noche. Hubo pocos disparos. Se suponía que los soldados americanos se habian trasladado hacia el centro y pensamos que ya no estaban por los alrededores. Aprovechando esta situación decidimos que era el momento oportuno para salir de la cueva y evacuar hacia el norte.
Pero se escucharon muchos disparos en la entrada de la cueva. El que estaba delante levantó la bandera blanca diciendo, nos rendimos. Nos dijeron [ven aca, ven aca] y nos separaron hombres y mujeres.

En ese momento pensé [que tragedia! Ahora somos prisioneros de guerra]. Ya que creíamos que el ejército amigo, como llamabamos al ejército japonés, [iba a reconquistar Okinawa]. Pero ya nos tenian de rehenes, por eso es que nos sentimos traidores.

Luego nos enviaron a los campos de concentración de Zayasu e Iraha en Tomigusuku. Recuerdo que cuando llegamos, habia mucha de gente, lo cual me tranquilizó el saber que no eramos los únicos.

(Reflexionando la guerra)
La educación militarista fue injusta. Fue una educación distorcionada. Es necesaria una educación adecuada y correcta para que los niños no cometan el error de empezar una guerra.

Quiero decirle a las niños de ahora que al volvernos [libres, libres], es una libertad individual. Debemos de pensar en el prójimo, en el dolor de los demás, que matar, y dañar a otros no es algo normal. Se han vuelto insensibles. Es por eso que existe el refrán que dice [date un peñizco y siente el dolor de tu proóimo]. Así el Ijime, el daño a otros desaparecerá. Pienso que las clases de ética son imprescindibles.