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El niño que perdió a su padre y a su madre

「El niño que perdió a su padre y a su madre」
Nombre : Zenko Uchima
Edad : 80 años
Lugar de Nacimiento : Zona Yoza Pueblo Takamine Prefectura de Okinawa

  Se acabaron las clases en el colegio debido a la llegada de los soldados a Okinawa. Los soldados tomaron las aulas y nos mandaron de un lugar a otro. A los adultos los mandaban a cavar las cuevas y a construir los aeropuertos. También los reclutaban al Japón continental.

 
Nos alertamos porque desde la escuela de Takamine podiamos ver cuando el ejército americano desembarcaba en Kerama.

[Cuando se sentía la guerra llegar]
No le daba mucha importancia en un principio. En la aldea de Takara hacían sonar las campanadas lo que era señal del ataque aereo y corriamos a refugiarnos a las cuevas. No sentía tanto miedo ya que aún era un niño.
Estuvimos refugiados por un tiempo, pero nos dijeron [ustedes tienen muchos hijos. Aún hay tiempo asi que salgan de aquí y escapen] y asi lo hicimos. El ambiente de la cueva era miserable. Lleno de piojos y la lluvia que entraba.

 
Después de salir de la cueva, fuimos de un lado a otro. En la noche nos dirigimos a Ozato, y luego a Kuniyoshi, y de Kuniyoshi hasta Maezato, pero ya no habia donde refugiarnos asi que tuvimos que regresar.
Nos escondimos en las casas que no habían sido dañadas por el ataque. Cuando escapábamos, nos dispararon balas que venían de a dos. No se si de un mortero o de los acorazados, pero eso si me aterrorizó.
Por el ataque en Kuniyoshi, los soldados japoneses también se escondieron junto con nosotros pero uno de ellos tenia herido el pie y murió.

 
Luego nos dirigimos a Ozato, pero en Ozato también disparaban balas de a dos por lo que mucha gente falleció.

 Temíamos a los soldados japoneses porque cargaban espadas y sus palabras eran imponentes como militares.

Lo único que se escuchaba era que [ganaremos la guerra]. En Yoza estaba la central de las Toropas de la Yama y había un coronel llamado Chusho Amemiya al cual todos temían.
Había comida en Yoza ya que el ejército se acaparaba de los viveres de los aldeanos. Les quitaban los camotes y los frejoles.

 
Fuimos hasta Maezato, regresamos a Kuniyoshi y finalmente llegamos a Ozato. En ese entonces habían muchos combatientes al aldo de los caminos. Frente al colegio nacional de Takamine habían 2 tanques de guerra que no se si eran americanos o no, pero estaban destrozados.

 
Fui capturado cerca al lugar donde antes estaba el local social.

(Que pasó con su familia?)
Ahi nos separamos. Cuando me capturaron, le pasé la voz a mi madre pero no me escuchó. Al parecer, mi madre fue asesinada luego de mi captura.

  Vi al ejército americano en Oujima siendo prisionero. Recuerdo que también habían soldados negros pero no sentía miedo, al contrario temía a los soldados japoneses porque los americanos eran más considerados.

Me llevaron a Kochinda como prisionero. Recuerdo muy bien que un soldado americano nos trajo pastelitos en copa y lo compartimos entre todos.

(La gente de alrededor)
Había una señora que tiraba su dinero desde un puente. Tal vez estaba desquiziada por la perdida de su familia.
Antes de la guerra, recogiamos las hojas y los brotes de la caña de azúcar y lo mezclabamos con los escrementos del ganado para hacer guano. Todo esto se quemó y apestába.
También recuerdo la insoportable mezcla de olores de los cadáveres en putrefacción y del azufre de las bombas. Por lo que aún odio el olor a azufre, y el llanto de los niños que también me hace recordar a la guerra.

(Después de ser prisionero)
Me llevaron en un barco anfibio hasta Sedake en la parte norte de la isla principal donde estaban reunidos los refugiados de Yamahara.
Una mujer, tal vez pariente, había venido a recoger alguien. Había otra mujer sentada en pleno camino deshecha en llantos por la perdida de sus padres.

(Mi familia)
Dicen que mi padre murió en Yonabaru del tétanos debido a una herida en la pierna. Mi hermana menor y yo fuimos los únicos sobrevivientes. Todos murieron. Al parecer, a mi madre la mataron cargando a mi hermano menor en sus espaldas.

 
Me quedé solo y fui de Kochinda a Hyakuna. Llegando, le pregunté a una persona [soy huérfano que puedo hacer?] y me dijo [Ve a este lugar] y me presentó un orfanatorio.
Habían muchas madres en el orfanatorio y todas eran muy amables. Ellas estaban a la espera de que sus hijos llegaran. Habían niños que lloraban toda la noche. En breve, una tía materna me vino a recoger.


(Reflexionando la guerra)
Tenemos paz…?, no lo creo.
Nunca he pensado que es lo necesario para que haya paz en el mundo, pero quiero que los que hacen la guerra se den cuenta que son unos criminales. Hubieramos sido felices si no fuera por la guerra.